martes, 29 de mayo de 2012

El feng shui plantea evitar las esquinas filudas en cualquier hábitat



El feng shui afirma que las esquinas filudas generan una perturbación en la energía; convirtiendo la energía vital (el chí o qí) en energía negativa (sha chí).

Por ejemplo, da por auspicioso el hecho de tener dos plantas en los lados de  la puerta de ingreso pero, de ninguna manera plantas espinudas o con hojas puntiagudas.
O también sugiere evitar que esquinas de columnas o muros estén apuntando en dirección de la cama o de lugar donde uno trabaja.
De la misma manera, no recomienda utilizar la viga vista de ángulos rectos, que tanto es utilizada en nuestro medio, o al menos, sugiere evitarlas en los lugares donde uno permanece por mucho tiempo.
Siguiendo la línea planteada en el tema de la semana anterior: la idea es comparar estos postulados de la enseñanza milenaria con las nuevas investigaciones de la ciencia.
Actualmente se está investigando: ¿Cómo percibe nuestro cerebro los espacios en los que vivimos? ¿Cómo afectan a nuestro ánimo o a nuestro rendimiento? Por ejemplo, los neurocientíficos han descubierto que la amígdala que está implicada en el proceso del miedo y de la activación emocional, se activa más cuando tratamos con objetos puntiagudos (esquinas, ángulos afilados o pronunciados en los edificios y muebles).
Por otra parte, desde la disciplina de la radiestesia, se plantea que todo cuerpo emite dos tipos de vibraciones, la suya propia que depende del material del que está compuesto y, otra, generada por la forma y la descomposición de la corriente magnética natural que existen en el centro de todos los cuerpos o figuras. Los cuerpos y figuras captan la energía del magnetismo terrestre y al saturarse difunden ciertas influencias capaces de actuar sobre los seres vivos. Dependiendo de cuan filudas son las formas (muros, columnas, esculturas, muebles, vigas, etc.), pueden llegar a perturbar el equilibrio y la salud de las personas; desde generar cansancio, depresión, hasta enfermedades.
Viga redondeada: una buena alternativa 

Hong Kong es denominada la ciudad más Feng Shui del mundo. Hasta hace poco, las grandes empresas utilizaban, en el diseño de exteriores, planos filudos dirigidos hacia sus competidores, lo que en feng shui se llaman “flechas envenenadas”. La más famosa fue la confrontación por el diseño de sus edificios entre el Banco de China en Hong Kong y el Hong Kong y Shanghai Bank, que obligó, al segundo,  a realizar grandes cambios en su azotea para contrarrestar la agresividad del primero. En la actualidad, a manera de evitar estos ataques arquitectónicos, para solicitar un permiso de construcción en esta ciudad, es necesario presentar un proyecto de feng shui firmado por un Maestro Titulado.
Banco de China en Hong Kong

Ahora bien, aun sin conocer esta información, si tan solo pusiéramos atención a nuestras percepciones, podríamos percatarnos que, cuando entramos a una casa en la que, por ejemplo, se han curveado las esquinas de los muros, en la que se ha preferido los arcos a los dinteles de ángulo recto, o en la que en vez de columnas cuadradas se tiene columnas redondas, etc., nuestro sentimiento de bienestar se manifiesta. Lo cierto es que, con pequeños cambios u alternativas simples, se pueden lograr ambientes agradables.



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